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Ver todas las noticiasAlfredo Roca: “En Etiopía, durante los dos años de bloqueo, sólo se podía comer lo que había y cuando había”
La guerra en Etiopía ha sido una de las más letales de este siglo con alrededor de 600.000 víctimas civiles, según los organismos internacionales. El bloqueo total que sufrió Tigray durante dos años es el principal responsable de esta elevada mortalidad, ya que impidió no sólo la entrada de alimentos y material médico, sino sobre todo el acceso de la ayuda humanitaria para paliar las consecuencias del conflicto. Los misioneros salesianos siguen al lado de la población en cuatro ciudades de la zona
-Mekelle, Adigrat, Shire y Adwa-. El salesiano Alfredo Roca, que lleva 36 años en Etiopía, ha podido salir del país y regresar a España para descansar.
Después de vivir dos años incomunicado en la región de Tigray desde que a principios de noviembre de 2020 estallara el conflicto, el padre Alfredo Roca ha viajado a España para descansar y visitar a su familia. “El conflicto comenzó un poco por sorpresa y rápidamente llegaron a nuestras instalaciones mujeres y niños para refugiarse. Desde ese momento se cortaron todas las comunicaciones y el hambre y la necesidad ya no nos abandonaron”, recuerda el padre Roca, como lo conoce todo el mundo.
La comida en todo este tiempo ha sido insuficiente, “porque sólo se podía comer lo que había y cuando había”. En estos dos años, asegura Alfredo Roca, “los misioneros salesianos sólo hemos podido repartir ayuda de primera necesidad cinco o seis veces. Siempre ha sido harina, aceite y pasta, que nos llegaba desde Addis Abeba gracias a la solidaridad salesiana de otros países”.
Lo peor para los Salesianos en estos dos años de guerra ha sido comprobar cómo morían personas por falta de lo más necesario. “El dolor más grande que he sufrido es no haber tenido con qué ayudar en muchos momentos. Sin embargo, la población decía que no venían a vernos por lo que pudiéramos darles, sino porque se sentían acogidos y seguros en Don Bosco porque estábamos allí y los acompañábamos”.
“Los pobres han ayudado a otras personas pobres. Todos han sido solidarios entre sí”
Con las escuelas cerradas durante tres años, primero por la pandemia y luego por la guerra, los menores y los jóvenes han sido los grandes damnificados de la emergencia. “Tampoco podíamos abrir el centro juvenil por seguridad, ya que si había mucha gente existía peligro de bombardeos. Además, muchos jóvenes fueron reclutados y ahora no sabemos dónde están”, comenta el salesiano.
Pero además del dolor y la muerte, la guerra en Etiopía también ha despertado los valores de la población, según Alfredo Roca: “Hemos comprobado cómo los pobres han ayudado a otras personas pobres, y como la clase media se ha convertido en pobre al no poder sacar sus ahorros de los bancos Unos y otros han sido solidarios con el resto de las personas que atravesaban grave necesidad”.
La paz es la principal aspiración de la población etíope. El padre Roca es consciente de que “el Papa siempre nos ha tenido muy presente en este tiempo y de que hay avances significativos. La ayuda humanitaria y sanitaria están empezando a llegar, pero las necesidades continúan siendo muchas y será así durante mucho tiempo”. Por eso, continúa, “tenemos la esperanza de que la paz sea estable y definitiva, y así se lo seguimos pidiendo a diario a María Auxiliadora”.
Alfredo Roca, a punto de cumplir 90 años, se mantiene firme en su decisión al ser preguntado si volverá a Etiopía: “Si soy útil, aunque sea con sola mi presencia, allí volveré. Ésa es mi casa y donde está mi gente”.