La infancia rota de Bhavana en India por la muerte de su madre y la esperanza que ha encontrado en el hogar Don Bosco

Los padres de Bhavana se instalaron en la gran ciudad Bangalore después de casarse, donde empezaron a trabajar duro para hacer realidad la vida de sus sueños junto a sus hijos. El padre de Bhavana era sastre y tenía su propio negocio. Su trabajo le permitía ganar lo suficiente para cuidar a su familia y vivir sin aprietos.

Bhavana y su hermano menor estudiaban en escuelas inglesas, y la vida era plácida y feliz para todos hasta que a su madre le diagnosticaron una grave enfermedad renal. Casi de la noche a la mañana, todo lo que sus padres habían construido con tanto esfuerzo a lo largo de los años, se derrumbó casi de repente. Todos los esfuerzos de la familia se centraron en intentar curar la enfermedad y prolongar la vida de la madre. El padre de Bhavana gastó todos sus ahorros en darle a su mujer el mejor tratamiento posible.

Sin embargo, a pesar de todos los esfuerzos y sacrificios, no pudieron salvarla. Bhavana perdió a su madre cuando tenía 8 años, y con ella, perdió también toda la infancia que había conocido. Los intentos desesperados de su padre por salvar a su madre le costaron su medio de subsistencia y los ahorros de toda su vida, y al final se quedó sin dinero, sin tienda y sin esperanza.

La pandemia empeoró aún más su situación y perdió el trabajo que había encontrado para poder atender a sus hijos. Con una crisis mundial y un drama en el hogar, al padre de Bhavana no le quedó más remedio que enviar a sus hijos a un albergue de asistencia social, ya que ni él ni su mujer tenían familia cerca para ayudarlos.

Los hogares de acogida fueron la solución desesperada del padre de Bhavana para su futuro

Para evitar que Bhavana siguiera en la calle y estuviera en peligro, su padre probó dos albergues para ella, pero no funcionaron. Casi a la desesperada, conoció el hogar Don Bosco para jóvenes en riesgo gracias a un trabajador social. Fue su tercer intento para dar a su hija un futuro mejor.

La menor ingresó en el hogar Don Bosco en noviembre de 2021. Ahora tiene 13 años y no ha dejado de aprender y de ganar confianza. Había abandonado la escuela hacía años y tuvo que realizar un curso puente para ponerse al nivel de sus compañeros. El curso pasado Bhavana no tuvo problemas para adaptarse al centro y al nivel académico.

En la actualidad, destaca en los estudios y se lleva bien con el resto de alumnos. Acepta con entusiasmo cada nuevo cambio y desafío, y participa en todas las actividades del centro.

Además, el hermano menor de Bhavana también fue admitido en otro hogar Don Bosco. Entretanto, el padre de Bhavana, con sus hijos empezando una nueva vida, también recibió ayuda de los centros salesianos.

Animaron al padre de Bhavana a hacer cambios en su vida para recuperar la seguridad. Ahora trabaja como guardia de seguridad en un hospital y vive en un piso compartido con otros padres.

El primer cambio que le aconsejaron los Salesianos fue alquilar una casa en la que pudiera llevar a sus hijos durante las vacaciones. Mientras el padre se prepara para empezar una nueva vida con sus hijos, Bhavana y su hermano también han recuperado, gracias a los Salesianos, parte de la infancia que olvidaron con la muerte de su madre.