Faida, una joven madre con una segunda oportunidad

Faida vivió con su abuela y gracias a ella pudo ir a la escuela y llevar la vida de cualquier niño de su edad, pero cuando su abuela falleció su tío no entendía por qué Faida tenía que estudiar. En casa se necesitaba dinero y todos tenían que trabajar. Con quince años conoció a un chico y se quedó embarazada. En ese momento, su tío la echó de casa y el chico no quiso saber nada de ella. “Me sentí más sola que nunca. No tenía a nadie a quien recurrir ni sabía qué hacer”, explica la joven. “Durante muchas semanas intenté sobrevivir como pude y no dormir en la calle, sin embargo un ocurrió”, añade. Faida terminó viviendo en las calles de Goma (República Democrática del Congo). Aquí fue donde la encontraron los misioneros salesianos que trabajan en la ciudad. “Dí a luz a mi hija y los misioneros consiguieron que mi tío me dejara volver a casa”, dice Faida.

Faida hoy recibe capacitación en el Centro Boscolac para ayudar a los jóvenes de Goma a que puedan tener un oficio. Faida eligió formarse para ser peluquera y que su hija pueda tener un futuro mejor.

Como Faida, niños, niñas y jóvenes en Goma tienen la posibilidad de recibir educación y los cuidados y la atención necesaria. Goma es una de las ciudades más afectadas por la violencia en la frontera y esa inseguridad afecta a los menores, muchos de ellos en situación de calle, y que sufren desnutrición y enfermedades. Los misioneros tratan de que todos ellos tengan una segunda oportunidad.

También puedes conocer la historia de Teresa [+].