Noticias
Ver todas las noticiasSan Francisco de Sales, inspirador del carisma salesiano y modelo de humanismo para Don Bosco
El Oratorio de San Francisco de Sales supuso la pequeña semilla de la gran obra salesiana. Aquel 8 de diciembre de 1841 significa la cuna de los Salesianos y de toda su obra, como Don Bosco mismo confesó. Con el pequeño grupo de menores y jóvenes que forma el oratorio funda la nueva congregación religiosa, que pone bajo el amparo y el patrocinio de San Francisco de Sales y toma para sus miembros el nombre del obispo de Ginebra: salesianos.
San Francisco de Sales, patrón también de los periodistas y cuya fiesta se celebra mañana, precisamente día 24, siempre tuvo la admiración de Don Bosco. Hasta tal punto llegó esa fascinación que lo eligió como modelo y protector para su nueva congregación. Don Bosco conoce la figura del obispo de Ginebra en el seminario de Chieri, donde lee sus obras fundamentales. Lo que más le impresiona e influye es, por un lado, el ejemplo de apóstol y misionero, y por otro, la mansedumbre y dulzura de trato.
El primer oratorio fundado por Don Bosco se llamó San Francisco de Sales. La primera iglesia construida en Valdocco por Don Bosco fue dedicada a San Francisco de Sales. En su habitación Don Bosco tenía un letrero en el que estaba escrito el famoso mensaje divulgado por él, “Da mihi animas, coetera tolle” (“Dame almas, llévate lo demás”), una frase bíblica que solía repetir también San Francisco de Sales.
Para los Salesianos, San Francisco de Sales se presenta como modelo en el cual inspirarse por su gentileza, bondad y humildad hacia cualquier persona. El Aguinaldo del Rector Mayor de 2022, que llevaba por lema Haced todo por amor, nada a la fuerza, se centraba en la espiritualidad del santo que inspiró a Don Bosco.
El propósito sacerdotal de Don Bosco: “La caridad y la dulzura de San Francisco de Sales me guiarán”
El apelativo salesiano hace, por tanto, referencia al obispo de Ginebra, pero no sólo a su persona, sino también a su espíritu y mensaje, transmitidos por Don Bosco. Este sentido salesiano se ve en toda su autenticidad en un pequeño tratado que escribió sobre el Sistema Preventivo, y cuya puesta en práctica supone la bondad, dulzura y mansedumbre del que, con el amor, surge la espiritualidad salesiana, la espiritualidad de Don Bosco.
El Rector Mayor emérito, don Pascual Chávez, asegura que, “San Francisco de Sales fue y continúa siendo un maestro de vida espiritual, rico de sabiduría, haciendo todo para todos en la caridad pastoral y empeñado en restaurar la unidad de los creyentes en el vínculo de la paz”.
Para la Familia Salesiana, San Francisco de Sales se presenta como modelo en el cual inspirarse por su gentileza, bondad y humildad hacia cualquier persona. El artículo 17 de las Constituciones Salesianas establece, casi a imitación del santo y doctor de la Iglesia, que el salesiano “cree en los dones personales y sobrenaturales del hombre, sin ignorar su debilidad. Acepta los valores del mundo y no se lamenta de su tiempo: toma aquello que es bueno, especialmente si le gusta a los jóvenes. Anuncia la Buena Noticia y siempre está feliz. Transmite gozo y alegría en educar hacia la vida cristiana y el sentido de la felicidad”.