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30 abril, 2025

La fuerza de la solidaridad en la Escuela Sociodeportiva Don Bosco de la Fundación Real Madrid en Mozambique

La Escuela Sociodeportiva Don Bosco del Real Madrid de Maputo (Mozambique) es un lugar de encuentro seguro para los niños y las niñas de los barrios de Chamanculo y Luís Cabral, a las afueras de la capital mozambiqueña. Sus familias son de ingresos bajos y en muchos casos se dedican al comercio, pero no están regulados de ninguna forma. Muchos tienen también acceso limitado a servicios básicos como el agua, la comida, la higiene o limpieza. El objetivo del proyecto es que tenga un impacto significativo en la conducta de los 100 menores de entre 5 y 18 años que participan en él, y que contribuya a su desarrollo personal y social.

La Escuela Don Bosco de Maputo (Mozambique) forma parte de la red de escuelas sociodeportivas de la Fundación Real Madrid para impulsar una educación que vaya más allá del aula, combinando el aprendizaje académico con la práctica deportiva. De esta forma se ayuda a que los niños y las niñas puedan desarrollarse tanto mental como físicamente, y que exista un equilibrio entre el estudio y la actividad física, algo indispensable para su desarrollo integral.

Ildo, de 14 años, destaca en qué le ha ayudado el proyecto de la escuela sociodeportiva de la Fundación Real Madrid gracias a los valores que se le han transmitido. Valores como el trabajo en equipo, la constancia, el respeto hacia los demás y la solidaridad, todos ellos esenciales para que los estudiantes crezcan en el ámbito personal y social, además de prepararlos para enfrentarse a desafíos tanto dentro como fuera del entorno escolar. “Me ha aportado muchas cosas positivas en mi vida, tanto en mis estudios, como en el deporte. También en la relación con mis compañeros y en casa con mi familia”, destaca.

Existen diversos estudios que demuestran que los menores que participan en actividades deportivas y extraescolares tienen mejor rendimiento académico que los que no lo hacen. Por eso, la Escuela Sociodeportiva Don Bosco de la Fundación Real Madrid ofrece tutorías y apoyo escolar que contribuyen a fortalecer las capacidades de los alumnos de Mozambique. Esto les abre puertas a oportunidades educativas y profesionales en el futuro.

Uno de los pilares de este proyecto es la inclusión social. La escuela proporciona un entorno seguro donde niños y niñas de distintos orígenes conviven, aprenden y se respetan mutuamente. Esta interacción contribuye a reducir las barreras sociales, fortalecer a la comunidad y construir una cultura de paz y unión.

La escuela sociodeportiva es un espacio seguro para los menores que acuden a ella

Todos los menores que participan en el proyecto de la escuela sociodeportiva de la Fundación Real Madrid en Mozambique proceden de situaciones en riesgo de exclusión social: viven en entornos violentos, con alta tasa de delincuencia, familias desestructuradas con dificultades para acceder a recursos y alimentos, etcétera. “Participar en el proyecto refuerza su confianza y autoestima y les permite adquirir habilidades sociales“, explica un monitor del centro juvenil salesiano.

Más allá de la educación propiamente dicha, el proyecto también les brinda soporte nutricional, conferencias educativas, y clases de refuerzo escolar. Además, participan en torneos internos de fútbol y baloncesto, con entrenamientos de 4 horas y media por semana. Reciben también charlas de motivación, conferencias sobre los peligros del consumo de drogas y alcohol, disfrutan de clubes de lectura, excursiones o revisiones médicas. Se trata así de mantener a los niños, las niñas y los jóvenes ocupados de manera constructiva en su tiempo libre, alejándolos de entornos de riesgo y motivándolos para que desarrollen su máximo potencial.

El trabajo de las escuelas sociodeportivas de MISIONES SALESIANAS y la Fundación Real Madrid ponen en práctica el Sistema Preventivo de Don Bosco. Este sistema favorece la integración social y que se practicara en ellas la solidaridad, el espíritu de equipo, el respeto y la inclusión a través del deporte, el estudio y el aprendizaje de hábitos de higiene, salud y alimentación. Estas escuelas tienen en común las características de los ambientes salesianos, como la alegría, el respeto y la solidaridad, resumido en el lema de este proyecto: Ellos juegan, nosotros educamos.