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Ver todas las noticiasLa Solidaridad en Venezuela se escribe con ‘S’ de Salesianos
Venezuela sufre una crisis alimentaria y humanitaria sin precedentes en su historia. Precios elevados que conducen al desabastecimiento de los alimentos, salarios que no alcanzan, horas en una cola para tratar de adquirir lo poco que el dinero permita, búsqueda de comida en la basura y cientos de miles de personas que abandonan el país en busca de una vida mejor. En medio de esta situación, los Salesianos continúan al lado de la población, infundiendo esperanza, acompañando y repartiendo comida y bienes de primera necesidad.
En este grave contexto de dictadura, desabastecimiento y violencia, Solidaridad se escribe con ‘S’ de Salesianos, ya que en las parroquias se han puesto en marcha programas que permiten ofrecer un plato de comida a los más necesitados. En la Parroquia María Auxiliadora de Boleita, por ejemplo, mediante el programa Olla de la solidaridad todos los viernes se atiende a un promedio de 300 personas entre jóvenes y adultos mayores.
En la Parroquia María Auxiliadora de Sarria, la actividad se conoce como El Sancocho Solidario, y se realiza los viernes cada quince días, atendiendo a 200 personas aproximadamente entre los que destacan un numeroso grupo de niños.
En la zona popular de Petare, los niños y jóvenes que asisten al oratorio también han comenzado a recibir un plato de comida. “Esta iniciativa nace a raíz de que muchos niños manifestaban haber comido muy poco o nada antes de venir. El primer día que realizamos la actividad, algunos niños preguntaban si podían llevar algo a sus casas para dar a su familia que no había comido”, explica uno de los coordinadores de la actividad salesiana.
Todas estas actividades dependen únicamente de la solidaridad de las personas, ya que los elevados precios y la escasez influyen en la adquisición de los alimentos, así que cada uno aporta según sus posibilidades, bien sea en comida, dinero o tiempo para el trabajo voluntario.
Un salesiano relata que “la comida entre los salesianos es bien sencilla, muchas veces arepas de harina de maíz; y para el almuerzo y para la cena una sopita sencilla con alguna patata u otro vegetal y arepa. Se comparte lo poco con mucha alegría y nunca he visto a nadie quejándose… Y mira que a veces somos más de 13 salesianos en esa casa, siempre el que llega es bien recibido y en ocasiones se le pone más agua a la sopa y se arrima otra silla”.
Además de la estimación de los cerca de 4,5 millones de venezolanos que han huido del país en busca de una vida mejor, en la calle es habitual encontrarse con gente desmayada. Los Salesianos dan de comer a muchos niños y también ayudan a las familias con medicinas. En algunos lugares han tenido que dar de comer incluso a los trabajadores y a los maestros y, a pesar de todo, se han tenido que cerrar algunas escuelas por falta de estudiantes debido a la escasez de comida.