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Ver todas las noticiasEl Voluntariado Misionero Salesiano de corta y media-larga duración envía a 67 personas a 15 países para “sembrar esperanza”
Más de un centenar de personas participó el pasado fin de semana en el albergue salesiano Santa María de Astudillo (Palencia) en el último de los encuentros del curso de Voluntariado Misionero Salesiano y en la celebración del envío de quienes viajarán en los próximos meses para realizar su servicio de voluntariado. Familiares, amigos y personas de las obras salesianas de origen acompañaron a 67 personas del Programa de Voluntariado Misionero Salesiano que han sido enviadas; 54 de corta duración por la Inspectoría Santiago el Mayor (SSM) y 13 de media-larga por Misiones Salesianas y Jóvenes y Desarrollo, entre ellas cuatro del programa de Juventud Vasca Cooperante en colaboración con el Gobierno Vasco.
Con el lema Enviados a sembrar esperanza, que hace referencia al año jubilar, el antiguo seminario salesiano de Astudillo, en Palencia, que este año celebra el centenario de la llegada de los Salesianos, acogió el pasado fin de semana el último encuentro formativo de preparación para las personas que realizarán el voluntariado en tierras de misión en los próximos meses.
Más 60 personas han participado desde octubre en los procesos formativos, de animación y acompañamiento que supone el Voluntariado Misionero Salesiano de corta duración -organizado por el coordinador inspectorial de animación misionera, el salesiano José Carlos Sobejano-, y de media-larga duración -coordinado por el responsable de Voluntariado de Misiones Salesianas, Alejandro Vázquez-, junto con ambos equipos de formación de voluntarios. Encuentros online y presenciales en la sede de Misiones Salesianas, en Arévalo, Mataelpino, El Plantío y Astudillo culminaron el pasado domingo, festividad de la Ascensión, con la celebración del envío en la eucaristía presidida por el inspector de Santiago el Mayor, Fernando García.



Arévalo, Mataelpino, El Plantío, Astudillo y la sede de Misiones Salesianas, sedes de los encuentros
En total, 23 obras salesianas de 15 países (10 de América y 5 de África) acogerán a las personas voluntarias, que viajarán en las próximas semanas a presencias salesianas de Bata (Guinea Ecuatorial), Comayagüela (Honduras), Santa Isabel do Río Negro y Portoalegre (Brasil), Monte Salvado y Huancayo (Perú), Palabek (Uganda), Sarandí del Yi (Uruguay), Norte de Santander, Medellín y Cali (Colombia), San Pedro Carchá (Guatemala), Santa Cruz de la Sierra (Bolivia), Luanda (Angola), Tijuana, Colima y León (México), Santo Domingo y Barahona (República Dominicana), Lagos (Nigeria), Rosario (Argentina) e Inharrime (Mozambique).
Quienes han realizado este año el Curso de Voluntariado de corta duración proceden de diversas obras salesianas: de la Comunidad de Madrid algunos proceden de Aranjuez, Carabanchel, Santo Domingo Savio, Dehesa de la Villa, Atocha, Estrecho, Paseo de Extremadura, Alcalá de Henares, Parla y MISIONES SALESIANAS. Otros lo hacen de Guadalajara, Salamanca, Puertollano, Ciudad Real, Logroño, Pamplona, Burgos, Vitoria y Oviedo, e incluso de Valencia, Málaga y Sevilla, pero también hay personas que se han acercado a la espiritualidad salesiana por primera vez y que han quedado cautivados por ella. Es el caso de los voluntarios de media-larga duración, quienes han accedido al programa a través de amigos y conocidos, nuestra web o su propia universidad que les ha dado la oportunidad de conocernos.



Familiares y amigos acompañaron en la celebración del envío a los 67 voluntarios
El encuentro de Astudillo estaba abierto todas las personas interesadas, además de a familiares de los participantes, por lo que además de las que habían realizado la formación de voluntariado de corta duración, otro nutrido grupo de personas las acompañaron en diversas actividades a lo largo del fin de semana y, de manera especial, en la celebración del envío.
El fin de semana sirvió para la fraternidad a través de juegos cooperativos y de una cena interautonómica compartida gracias a los productos que aportó cada participante, y también para la revisión de los detalles de los diferentes viajes. Hubo momentos de oración y de presentación de los destinos y proyectos en los que participarán las personas voluntarias. A través de un emotivo vídeo recibieron el apoyo y el ánimo de sus familias y de sus ambientes de procedencia, y gracias a otro montaje audiovisual también el saludo y la bienvenida de las casas salesianas que en unas semanas los acogerán.



En la eucaristía recibieron la cruz misionera para tener siempre presente su actitud de servicio
El domingo, festividad de la Ascensión, se celebró la eucaristía del envío, presidida por el inspector de Santiago el Mayor, Fernando García, y llena de simbolismos con la entrega de la cruz misionera y la camiseta con el lema Voluntarios por siempre. En su homilía resonó con fuerza el mensaje del Evangelio del domingo: “Como los discípulos, hoy los Voluntarios reciben la bendición de Jesús poniéndose en camino con gran alegría”. También fueron invitados por el inspector “a vivir siendo misión de la Buena Noticia entre aquellos a los que son enviados”.
La cruz del Voluntariado Misionero Salesiano, al ser propuesta por la Congregación Salesiana será la misma que recibirán los voluntarios en todo el mundo. Representa un símbolo de unidad salesiana para reflejar el servicio y la solidaridad, “un compromiso asumido por jóvenes dentro de las comunidades salesianas, impulsados por la fe e inspirados por las enseñanzas y la espiritualidad de Don Bosco”.
Las personas enviadas en el programa de Voluntariado Misionero Salesianos (VMS) participarán en proyectos con menores en situación de vulnerabilidad. Su labor en las obras salesianas será acompañar, escuchar y ayudar en las actividades escolares y de ocio y tiempo libre que se lleven a cabo. Comienzan, así, un viaje que les marcará la vida y que continuará compartiendo experiencias vividas y manteniendo siempre con ellos el espíritu misionero.