La casa salesiana de Mataelpino (Madrid) forma a 43 personas voluntarias misioneras para su experiencia de verano

El albergue salesiano de Mataelpino, en la sierra de Madrid, acogió el pasado fin de semana el segundo encuentro formativo del curso, incluido en la propuesta del Voluntariado Misionero Salesiano de la inspectoría salesiana Santiago el Mayor (SSM) en colaboración con MISIONES SALESIANAS y su ONG, Jóvenes y Desarrollo.

El primero tuvo lugar el pasado noviembre en las casas salesianas de Carabanchel y Atocha, con motivo de la celebración del 150 Aniversario de la Primera Expedición Misionera y la celebración de la Jornada Misionera Salesianas de la Inspectoría, con el homenaje a los misioneros salesianos y voluntarios.

Justo un mes después, y coincidiendo con la celebración de la llegada de aquella primera expedición a Argentina, las personas participantes del Voluntariado Misionero Salesianos de la Inspectoría Santiago el Mayor se han vuelto a encontrar. En esta ocasión para comenzar su proceso formativo con vistas a vivir una experiencia transformadora durante el próximo verano en países de América y África junto a los misioneros salesianos.

Medio centenar de personas participó en la formación y 43 solicitaron realizar un voluntariado

Este segundo encuentro iba dirigido exclusivamente a todos aquellos voluntarios que están preparándose para el destino del verano 2026 (VMS26). Un total de 47 personas participaron en la formación, la mayoría de ellas procedentes de obras salesianas de la Inspectoría Santiago el Mayor, de los cuales 43 han solicitado, por primera vez, vivir esta experiencia.

En un primer momento el objetivo fue conocerse, encontrarse y compartir motivaciones e inquietudes. El Equipo de Formación del Voluntariado (EFV), con el coordinador inspectorial -José Carlos Sobejano a la cabeza-, coordinó un tiempo formativo intenso y profundo que logró cohesionar un grupo procedente de todos los rincones de la Inspectoría, desde Lugo, Avilés (Asturias), Madrid, Burgos, Pamplona, Puertollano, Salamanca, Logroño, Alcalá de Henares, Fuenlabrada, Parla…

Tres bloques formativos más marcaron el ritmo del encuentro: El voluntario: dimensión antropológica y moral, El Voluntario: vocación y misión y La vivencia en terreno: hacia un voluntariado transformador.

Una familia que estuvo en México de voluntariado en verano ofreció su testimonio

Acompañando el proceso, cuatro voluntarios de la convocatoria 2025 compartieron sus experiencias. Se cerró la formación del sábado con el testimonio unido a la oración de Vicente, Natalia, Fátima, Bosco y África, una familia (matrimonio con sus tres hijos de 10, 8 y 4 años) que durante el verano pasado vivió esta experiencia en Colima (México). Una experiencia que tocó el corazón de todos los participantes. Las Buenas Noches llegaron de la mano del Mateo del Blanco, salesiano de la Procura de Misiones y miembro del EFV, quien también vivió el verano pasado su experiencia misionera.

Los tiempos de oración, convivencia y la eucaristía… completaron las jornadas, “todo ello en un ambiente familiar, como no puede ser de otra manera, un ambiente salesiano. Compartiendo las tareas comunes, los juegos y las motivaciones”, afirmaba José Carlos Sobejano.

La transformación ya ha comenzado. Cada uno de los participantes del encuentro recibió la luz misionera con la recomendación de encenderla en casa, en la intimidad, en los días de Navidad que están por llegar y cada vez que necesiten pensar y rezar sobre la opción que han tomado o la llamada que han recibido. La próxima cita será a mediados de marzo, y entonces conocerán el lugar de destino. Entretanto, el EFV se encarga de conectar con las inspectorías salesianas donde los voluntarios serán enviados y mantendrán entrevistas con ellos con el fin de elegir los grupos o parejas que viajarán de voluntariado a los diferentes países.