Noticias
Ver todas las noticiasLa esperanza en la paz gana a la incertidumbre en las celebraciones de Navidad de los Salesianos en Siria
Los cristianos en Siria se preparan para vivir las primeras navidades en 14 años sin guerra oficial. Los Salesianos en el país se encuentran bien, preocupados por los menores y jóvenes que atienden, así como por sus familias en las obras de Damasco, Alepo y Kafroun. La situación continúa siendo de incertidumbre, pero la sensación es que aumenta la esperanza en la paz y en el diálogo, y que en que se puedan dar los pasos para una nueva constitución que tenga en cuenta todas las sensibilidades de la población. Las actividades salesianas no se reanudarán por seguridad, pero quieren “vivir la Navidad y estar lo más juntos posible para celebrarla”.
Los salesianos de Damasco y de Alepo mantienen una comunicación regular y continua con las familias para conocer sus necesidades básicas y su situación. Las actividades pastorales de los centros salesianos se han detenido para preservar la seguridad, sobre todo en los desplazamientos, pero los Salesianos se disponen a celebrar “una Navidad plena de esperanza, porque no podemos quedarnos en un rincón y debemos escuchar a los jóvenes, pero también hablar con ellos”, explica el misionero salesiano Pedro García desde Damasco.
Todas las actividades han quedado pospuestas para el nuevo año. “No habrá celebraciones con los grupos, ni el concierto de Navidad. Para el día 25 intentaremos pedir prestada una iglesia para que nos dejen celebrar la Navidad, porque no vamos a hacer venir a la gente a nuestra iglesia. No nos vamos a quedar en un rincón y menos en Navidad… pero vamos a ver de lo que somos capaces. Intentaremos hacer un calendario de encuentros online de formación y oración por sectores. La prioridad fundamental es acompañar a los animadores para garantizar el acompañamiento, porque es imposible estar con los 1.500 menores y jóvenes que atendemos a la vez”, cuenta Pedro García.
En estos días, tanto en Alepo como en Damasco los Salesianos han tenido encuentros espontáneos con sus destinatarios. En Alepo decenas de menores participaron en actividades infantiles de preparación para la Navidad, mientras que, en Damasco, el pasado domingo, celebraron una eucaristía a la que también asistieron numerosas personas. “El objetivo era vernos, preguntar cómo estábamos, dar gracias a Dios y, por supuesto, pedir por la paz”, explica el misionero salesiano.
La población sigue sufriendo cortes de electricidad y escasez en el suministro de agua
La situación de incertidumbre es especialmente difícil para las familias, que continúa siendo de emergencia, ya que los cortes de electricidad, la escasez de agua y la inestabilidad económica condicionan la vida diaria. En las obras salesianas, gracias a las recientes instalaciones fotovoltaicas y a depósitos de agua, los suministros básicos de agua, luz y calefacción están garantizados.
Hace unos días tuvo lugar un encuentro en Damasco de los representantes de todas las confesiones religiosas. “Se rezó y se habló mucho. Los cristianos no somos minoría ni algo postizo en la sociedad siria, sino que formamos parte de ella y estamos ante una oportunidad de tener una constitución basada en los derechos y deberes de la persona, muy lejos de una constitución basada en una ley religiosa”, explican los salesianos.
A pesar del vacío de poder y de las numerosas partes que deben ponerse de acuerdo, “estamos atentos y esperanzados porque hay posibilidades de diálogo”. En la reunión también estuvo el representante de la ONU para Siria que coincidió con la esperanza de las declaraciones de las distintas confesiones, aunque la situación es “volátil y peligrosa, no sólo a nivel interno, sino también porque que las grandes potencias quieren o entrar o no quieren irse de Siria”.
La seguridad de los menores y jóvenes de los ambientes salesianos es ahora la prioridad
Los Salesianos en Damasco tienen la comunidad y oratorio físicamente muy alejados de donde viven los jóvenes que participan en sus actividades. “Tenemos que organizar el transporte y devolverlos a sus zonas. En tiempo de paz es caro pero factible, pero ahora no se puede garantizar la seguridad del transporte hasta Jaramana, así que buscaremos otras fórmulas”, comenta Pedro García.
El tiempo de Adviento y la celebración de la Navidad abren un horizonte de esperanza para la población siria y, sobre todo para los jóvenes, ya que muchos de ellos no han conocido otra vida que el ambiente de guerra durante los últimos 14 años. Todos esperan que el diálogo dé paso a una constitución basada en los derechos de las personas y a una paz estable.