Prevención, protección y ayuda ante el coronavirus: el mensaje del Rector Mayor moviliza a los Salesianos

Los misioneros salesianos nos hemos movilizado en todos los continentes para sensibilizar y prevenir los contagios entre la población. Para ello protegen a los menores que atienden y ofrecen ayuda de emergencia a los más desfavorecidos. El Rector Mayor, don Ángel Fernández Artime, expresó hace unos días la necesidad de ayudar a los más: “Hay que pensar en cómo ayudar a las familias necesitadas, a los pobres y a aquellos que si no trabajan no pueden comer”, aseguró. En muchos países, la solidaridad salesiana ha hecho posible confeccionar mascarillas, repartir alimentos y prestar atención telefónica a los mayores.

En África los contagios aumentan a ritmo lento, pero los Salesianos saben que no pueden quedarse quietos. La población continúa sufriendo a diario y hay que actuar. La República Democrática del Congo es un ejemplo de una situación común: miles de familias viven al día y comen por la noche porque no vendieron algo en el mercado. “Si cierran los mercados -se preguntan los salesianos-, ¿cómo alimentarán a sus hijos? Y si los dejan abiertos la enfermedad se extenderá. Se enfrentan a una trágica elección: morir de coronavirus o morir de hambre”.

Los niños en situación de calle permanecen en los albergues para evitar contagios. Los trabajadores sociales, mientras tanto, sensibilizan a la población en la higiene personal y en la distancia social para prevenir la expansión del coronavirus.

La ayuda salesiana se extiende por el mundo para proteger del coronavirus a los más desfavorecidos.

En diversos países de América la solidaridad salesiana tampoco se ha quedado en casa: en las obras de distintos puntos de Argentina preparamos bolsas para los más humildes, entregamos comidas, producimos alcohol en gel, mascarillas y repartimos bienes de primera necesidad. Los Salesianos de Perú, por su parte, en colaboración con Acnur, prestan su patio en Breña a los migrantes: en él acogen en carpas a casi un centenar de haitianos que no tienen adonde ir.

La extensión de la pandemia preocupa en un país tan poblado de Asia como es India. Las obras salesianas de Mumbai, Bangalore y Guwahati son algunos ejemplos del trabajo solidario diario. En ellas repartimos alimentos a miles de personas que no tienen otra forma de conseguirlos. Asimismo, las campañas de sensibilización y el reparto de mascarillas también se suceden entre la población, al igual que un servicio de asesoramiento y atención telefónica para personas solas o con problemas.

El mensaje salesiano de esperanza, al igual que lo está siendo la solidaridad, seguirá también siendo idéntico en todos los lugares: “Volveremos pronto a estar juntos para hacer realidad el sueño de Don Bosco”.