El asentamiento de refugiados de Palabek, pionero en un proyecto de fabricación de mascarillas avalado por ACNUR

El ministro de Uganda para los Refugiados, Hilary Onek, visitó hace unos días el asentamiento de Refugiados de Palabek, en el norte de Uganda. Allí, comprobó el trabajo de los misioneros salesianos con la población refugiada y alabó el proyecto de confección de mascarillas. “El Centro Don Bosco ha sido pionero en la producción de mascarillas y muy innovador no sólo en el asentamiento, sino en toda la nación”, aseguró.

En su discurso, el ministro destacó el trabajo de los misioneros salesianos. “Vuestros ojos han sido agudos para ver las necesidades y los desafíos de las personas. Nos habéis hecho sentir orgullosos”, comentó. El señor Onek expresó su confianza en que la escuela técnica proporcionará buenos profesionales y traerá paz y armonía a la zona.

Desde el cierre de las escuelas y de las fronteras a mediados de marzo, los Salesianos iniciamos acciones concretas para ayudar a los refugiados. El jefe administrativo del distrito de Lamwo, donde se encuentra el asentamiento de refugiados, destacó las iniciativas salesianas. “Cuando se declaró el cierre en Uganda el 18 de marzo, recibimos un generoso suministro de mascarillas del Centro Don Bosco”, destacó Charles Uma.

Un grupo de alumnas del Centro Don Bosco ha confeccionado más de 10.000 mascarillas

Con unos recursos muy limitados, el Centro de Formación Profesional comenzó a producir mascarillas y a distribuirlas de manera gratuita a los refugiados y a los trabajadores en el asentamiento. De esta forma, los talleres de costura siguieron funcionando durante el confinamiento y también se ha ayudado a la población de Palabek con una compensación económica.

El trabajo de los refugiados y de los misioneros salesianos durante los últimos tres meses se ha visto recompensado con la puesta en marcha del Proyecto Mascarillas para los Refugiados y la Comunidad de Acogida, de ACNUR. En la presentación, además del ministro de los Refugiados, participaron varios líderes de la región y altos funcionarios de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Todos pidieron que el evento se celebrara en la Escuela Técnica Don Bosco, inaugurada por los Salesianos en enero de 2019.

La responsable regional de ACNUR, Felicitas Nebril, al ver la productividad de los refugiados, destacó que, “esta actividad es el mejor ejemplo de su participación en actividades socioeconómicas. Habéis tomado en serio la motivación dada por otros y la habéis puesto en marcha. Es la mejor manera de volver a la normalidad y habéis dado un paso adelante para contribuir al bienestar de las personas refugiadas. Ustedes se han convertido, de hecho, en un modelo para la comunidad de acogida”.