Noticias
Ver todas las noticiasUna nueva vida para jóvenes madres de Bukavu gracias a los Salesianos
Ayudar a las mujeres, en su mayoría madres jóvenes que atraviesan grandes dificultades porque tuvieron que abandonar los estudios, es uno de los objetivos que está consiguiendo el Centro Don Bosco de Bukavu (República Democrática del Congo). Ante la cercanía del Día Internacional de la Mujer, la ayuda salesiana es sólo un ejemplo de los que permiten a las mujeres, que llevan el peso de la familia con sacrificio y creatividad en muchos países, poder emprender una actividad económica de subsistencia.
El Centro Don Bosco de Bukavu puso en marcha hace año y medio la iniciativa de creación de 20 grupos AVEC (Asociación de Pueblos y Campesinos de Ahorro y Crédito, según la traducción en francés) que hoy en día cuentan con más de 500 miembros, en su gran mayoría mujeres y madres de familias jóvenes.
Cada semana las madres depositan entre 1.000 y 5.000 francos congoleños (entre 0,60€ y 3€) al fondo del grupo, y otros 200 francos congoleños (0,10€) a un fondo de solidaridad. Después de unas semanas las mujeres pueden solicitar un crédito. Sólo por el hecho de pertenecer a este fondo las madres pueden beneficiarse de una subvención de 10.000 francos FC (5,50€) en situaciones de necesidad, como es el caso del nacimiento de un hijo, una enfermedad o una defunción.
En el Centro Don Bosco hay dos trabajadoras sociales, Gisèle y Nicole, que recogen información sobre cada mujer en las reuniones semanales. Las dos asistentes escuchan a cada participante individualmente, visitan sus casas y descubren las historias de superación de estas mujeres.
En Bukavu los Salesianos ofrecen a las mujeres jóvenes emprender una nueva actividad con ayuda económica.
Gisèle y Nicole han dibujado una serie de retratos de estas mujeres, que a menudo tienen grandes ideas y proyectos, pero que necesitan ayuda para iniciar o reforzar sus actividades. Muchas de las madres viven en situaciones difíciles y tienen diversos problemas relacionados con la salud, la alimentación y la escolarización de sus hijos.
Las dos asistentes sociales han decidido seleccionar un centenar de madres a las que el Centro Don Bosco puede entregar una pequeña cantidad -no reembolsable- que les permita iniciar una actividad generadora de ingresos. Para ello se ha elegido a las mujeres más vulnerables y que viven en las situaciones más dramáticas.
Es el caso de Nyassa, que se ha quedado sin casa, su marido está gravemente enfermo y tampoco hay dinero en la familia para los medicamentos. O el caso de Bwinja Aline, huérfana y que dejó la escuela secundaria para poder ayudar a su madre y a sus 11 hermanos.
También el de Helene, abandonada por su marido y obligada a dejar su casa. Sus hijos no van a la escuela y ella está buscando una manera de garantizarles un futuro; y el de Didienne, otra mujer que también está luchando por pagar las cuotas escolares de sus hijos.
Son sólo algunos ejemplos del centenar de mujeres a las que el Centro Don Bosco quiere ayudar para que puedan volver a ponerse en pie y tener sus propios ingresos para dar a sus hijos la esperanza de un futuro mejor.
