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Ver todas las noticiasMujeres de Bukavu, emprendedoras frente a la vida
Las madres y jóvenes en Bukavu, en la República Democrática del Congo, no tienen muchas opciones para sacar a sus familias adelante. La pobreza y la falta de oportunidades son enormes en la zona. Sin embargo, el Centro Don Bosco de la ciudad tiene en marcha un programa para fortalecer su papel y ayudarlas a comenzar pequeños negocios.
Helene fue abandonada por su marido y obligada a dejar su hogar. Ella y sus hijos difícilmente salen adelante. Didienne no quiere que sus hijos dejen el colegio pero le cuesta mucho poder pagar las cuotas y el material que necesitan. Bwinja tiene edad de estudiar, pero desde pequeña dejó la escuela para ayudar a su madre y a sus once hermanos, porque su padre abandonó a su familia. Nyassa tiene un marido enfermo y varios hijos que mantener. No tiene recursos para los medicamentos ni para enviar a los pequeños a la escuela. Además, hace unos meses destruyeron su hogar y hoy malviven en una pequeña chabola.
Ésta es la realidad de muchas mujeres en Bukavu. La pobreza y la falta de oportunidades llevan a estas mujeres a situaciones dramáticas. “Sin embargo, son mujeres con grandes ideas y proyectos. Sólo necesitan un empujón para poder iniciar o reforzar sus actividades”, explican Giséle Cibasa y Nicole Mapendo, trabajadoras sociales del Centro Don Bosco.
Por ello, los misioneros salesianos en Bukavu han empezado un programa para fortalecer y empoderar a las mujeres. Un programa de microcréditos y grupos de apoyo para sus miembros, todo mujeres, que quieren comenzar pequeños negocios que las ayuden a mejorar sus recursos y así poder hacer frente a los gastos escolares, médicos, alimentarios… de sus familias.
Hoy son 500 mujeres las que forman parte de estos grupos de apoyo. Cada semana, cada mujer deposita entre 1.000 y 5.000 francos congoleños (de 0,60 céntimos a 3 euros) al fondo común y otros 200 francos de solidaridad. Tras unas semanas, las mujeres pueden pedir un crédito para comenzar su negocio o dar un impulso al que ya tienen. En caso de situaciones de necesidad, las participantes pueden beneficiarse de una subvención de 10.000 francos (6 euros).
Las mujeres no sólo reciben apoyo económico, también un apoyo individual de las trabajadoras sociales que conocen de primera mano sus situaciones y necesidades y les ofrecen formaciones en grupo para mejorar su actividad.