El alto el fuego en RD Congo no frena la llegada de miles de personas desplazadas al centro salesiano Don Bosco Ngangi

La situación para la población de RD Congo ha empeorado en los últimos días. Los combates de los rebeldes se han acercado a la ciudad de Goma. Ya se habla de más de 40.000 desplazados internos en el país.

En plena estación de lluvias, los misioneros salesianos están desbordados. “Hemos identificado a más de 26.000 personas y 3.500 familias, y el 80% de los que llegan son menores de edad”, asegura el misionero salesiano Domingo de la Hera. “Se ha repartido material que teníamos guardado, como tiendas, lonas, mosquiteras y utensilios de primera necesidad… y abrimos una sala polivalente por las noches para albergar a un grupo de personas mayores y poderles ofrecer una cena caliente”.

Christine Matabishi tiene 23 años y tres hijos. Huyó de su pueblo, Rushuru, para salvar su vida y la de su familia. Hoy se encuentra en el campamento de desplazados de Don Bosco Ngangi. “Sólo tengo una mosquitera y cuando llueve nos tapamos con una lona”, explica Christine. “Como ella hay muchos casos en el campamento. Hacemos lo que podemos por estas personas que han dejado todo atrás para salvar su vida”, explican los misioneros salesianos en Goma. 

El padre Guillermo Basañes, Superior de los Salesianos en África Central, ha visitado a los desplazados y ha ofrecido algunas indicaciones a los misioneros salesianos en el país. “Estar cerca sobre todo de los más vulnerables: niños, recién nacidos, enfermos, ancianos. Que ningún discurso de odio salga de nuestra boca, ni siquiera por insinuaciones”.

La situación en RD Congo ha empeorado con la llegada de 40.000 desplazados internos

El director del Centro Don Bosco Ngangi de Goma, el padre Jean-Pierre Muhima, describe la situación. “Varios centenares de familias, estimadas en varios miles de personas del norte de la ciudad de Goma, llenaron el 8 de noviembre todos los patios de recreo del Centro Juvenil Don Bosco Ngangi”.

De forma espontánea se instaló un amplio campamento de desplazados en las zonas deportivas del centro y en las comunidades vecinas. Son hombres, mujeres, niños y jóvenes visiblemente desanimados, cansados, hambrientos, alterados y traumatizados, que huyen de las zonas de combate en la provincia de Kivu Norte.

La situación ha empeorado en los últimos días, con 40.000 desplazados internos. Los misioneros salesianos tratan de ocuparse, de manera especial, de los más pequeños. “Repartimos pelotas y juegos para que estén entretenidos, e intentamos que los colegios sigan funcionando con la mayor normalidad posible”, continúa De la Hera.

A pesar del alto el fuego declarado el pasado miércoles, y que debía ser efectivo casi de manera inmediata, preocupa la actitud tanto de las autoridades y del grupo rebelde M23, acortando las vías de aprovisionamiento para obligar a negociar.

El expresidente de Kenia Uhuru Kenyatta, enviado para negociar con las partes en conflicto ha sido claro tras visitar un asentamiento de desplazados. “Primero detengamos la guerra, luego iniciemos el diálogo. No podemos hacer que los niños, las madres, las personas mayores vivan como animales. Primero detengamos la guerra y luego digamos que tenemos que hablar”.

El padre Basañes concluye: “Recen y hagan rezar por la paz”. Mientras, desde las diversas presencias salesianas en todo el país y en el resto del mundo se hace un llamamiento a la solidaridad. Sin una intervención necesaria y urgente, estos niños, jóvenes, mujeres y todas estas personas vulnerables siguen expuestos a todos los males: epidemias, desnutrición e incluso a la muerte.