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Ver todas las noticiasEmergencia Ucrania. Dos años de un conflicto enquistado y con millones de personas que necesitan ayuda urgente
Nadie está a salvo en Ucrania. Mañana se cumplen dos años, 731 días, del inicio de la invasión rusa, y la mayoría de la población continúa sufriendo las consecuencias de un conflicto que deja hasta el momento a más de 13,3 millones de personas desplazadas -la mayoría refugiada en países limítrofes- y a casi la mitad de la población -18 millones de personas- con necesidad de ayuda de emergencia para vivir. Los misioneros salesianos están desde el primer momento al lado de la población desplazada en Ucrania y refugiada en los países fronterizos ofreciendo ayuda de primera necesidad y educación en situación de emergencia, atención sanitaria y psicosocial, refugio y traslado de personas mayores a zonas más seguras.
Dos años de guerra y más de 10.000 personas fallecidas, entre ellas casi 600 menores, y más de 18.000 heridos son algunas de las dolorosas cifras que deja los dos años del inicio del conflicto que se cumplen mañana. Hay, además, alrededor de 200.000 soldados muertos y 400.000 heridos en ambos bandos.
Sin embargo, la cifra más dolorosa, sin duda, y que aún sufre la población ucraniana, es que hay más de 13,3 millones de personas desplazadas de sus hogares por el conflicto, la mayoría, más de 8,2 millones, refugiadas en otros países. Familias separadas, educación interrumpida, viviendas inhabitables, dificultades para conseguir comida y combustible… además de dolor, miedo e incertidumbre por los bombardeos en cualquier momento y en cualquier lugar del país.
El conflicto comenzó en realidad en 2014 cuando Rusia anexionó la península de Crimea. En la conocida como guerra del Dombás fallecieron más de 4.000 civiles. En la actualidad es el este de Ucrania la zona que sufre los combates y bombardeos más continuos e intensos. Hasta allí, varias veces a la semana los misioneros salesianos se desplazan con furgonetas llenas de alimentos para repartir entre las personas mayores que no pueden abandonar sus hogares y, en muchos casos, las trasladan en el viaje de vuelta a lugares seguros en el oeste del país.
En la madrugada del 24 de febrero de 2022 la vida cambió para millones de personas en Ucrania
Los primeros bombardeos sorprendieron de madrugada a la población en muchos puntos del país. Alina huyó con sus tres hijos de Zuivka, en el este a primera hora del día 24 de febrero de 2022. Su marido, Yuri, se quedó para defender su casa y su país. “Tardamos un día y medio en llegar a Kiev, y durante meses estuvimos viviendo con distintos familiares”, recuerda la joven madre. Hace nueve meses se instalaron en Mariápolis, la ciudad salesiana de módulos prefabricados en Lviv y que hace mención en su nombre a Mariupol y a María Auxiliadora.
La ciudad salesiana alberga a casi mil personas en pequeñas viviendas de una sola habitación, con literas, cunas, juguetes infantiles y pertenencias que cada familia cuelga de las paredes. Sin embargo, la guerra también se hace sentir en esta zona del oeste de Ucrania. “Los apagones son frecuentes para ahorrar luz o por los avisos de misiles lanzados desde Bielorrusia o desde el mar Caspio”, explica Alina.
Mariápolis es uno de los proyectos que, desde el inicio de la guerra mantenemos desde Misiones Salesianas para facilitar comida diaria, combustible para las cocinas, lavadoras, logística… y atender a la población desplazada. Otro de los proyectos que atendemos tiene que ver con las condiciones para superar el invierno –Winterization-, y permitir que las escuelas puedan tener un refugio seguro y sigan ofreciendo educación a los menores.
En total, durante estos dos años de conflicto, y gracias a la solidaridad de todos, desde Misiones Salesianas hemos enviado más de 1,5 millones de euros para desarrollar 30 proyectos que han beneficiado de manera directa a más de 16.000 personas.
Más de 160 proyectos y el envío de casi 13 millones de euros han beneficiado hasta ahora a la población
“La guerra parece estar en un punto muerto y no se ve cerca la solución, pero el sentimiento general de los que estamos lejos de nuestras casas y de nuestras familias es que queremos que haya paz para volver a estar juntos. Es tan injusto lo que está pasando que sabemos que la victoria llegará”, finaliza Alina.
La solidaridad salesiana mundial ha aportado hasta el momento más de 12,8 millones de euros para ayudar a desarrollar 165 proyectos, tanto en Ucrania como en los países de acogida de la población refugiada.
Los misioneros salesianos mantienen la ayuda en sus nueve presencias en Ucrania, así como en las obras de los países fronterizos que atienden a la población refugiada. “Seguiremos al lado de la población, tratando de ayudarla y acompañarla en lo que necesite. Gracias a la solidaridad de la Familia Salesiana a nivel mundial llevamos dos años atendiendo la emergencia, así que sólo esperamos que las personas que nos ayudan no se cansen de hacerlo ni se olviden de nosotros porque la ayuda sigue siendo necesaria y, sobre todo, deseamos y rezamos para que llegue la paz”, comenta Mykhaylo Chaban, uno de los superiores de los Salesianos en Ucrania.
