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Ver todas las noticiasDía Mundial de los Refugiados: acompañar y ayudar a más de 80 millones de personas
La pandemia continúa afectando a la mayoría de países del mundo y limita nuestra vida diaria. El coronavirus no ha distinguido entre países desarrollados y en vías de desarrollo, entre economías solventes con sistemas sanitarios modélicos y regiones endeudadas y poblaciones desprotegidas. Sin embargo, estas últimas son las que más están sufriendo las consecuencias al haberse quedado sin trabajo y no tener acceso a alimentos básicos ni a productos de higiene. Los refugiados, lejos de sus países de origen, son uno de los grupos más afectados por la pandemia en estos últimos 15 meses.
Más de 80 millones de personas en el mundo viven lejos de sus lugares de origen. Casi 30 millones lo hacen, además, en otro país, convirtiéndose en refugiados. Cada día 37.000 personas se ven obligadas a abandonar sus hogares por la violencia, los desastres naturales,… Y el coronavirus no ha frenado esta situación, sino todo lo contrario.
“El coronavirus supone un alto riesgo en un campo de refugiados y es difícil cumplir con los protocolos de seguridad y la distancia”, explica el misionero Lazar Arasu, que trabaja en el asentamiento de refugiados de Palabek, en el norte de Uganda. En este asentamiento viven más de 56.000 personas y continúa siendo, como otros campos de refugiados, un lugar de alto riesgo.
Al miedo a los contagios y a que se produzca un brote entre las personas refugiadas se suman la falta de alimentos, de acceso a la sanidad, el cierre de las escuelas y la obligación de permanecer confinados. “El asentamiento sólo tiene dos centros de salud y una ambulancia y eso dificulta cualquier situación de emergencia”, asegura el misionero salesiano en Palabek Ubaldino Andrade. Por fortuna, en estos 15 meses sólo ha habido un par de casos positivos en el asentamiento. Esta situación confirma la buena marcha del país durante la pandemia, con menos de 350 fallecidos en total.
Los misioneros salesianos continúan al lado de los refugiados en situaciones muy difíciles y precarias
Debido a la pandemia, las raciones de alimentos para los refugiados se han reducido en un 30%. “Con lo que reciben los refugiados es imposible poder sobrevivir”, recalcan los misioneros salesianos. Para combatir esta necesidad han puesto en marcha un proyecto agrícola para mejorar la salud alimentaria. Con él se beneficiarán de manera indirecta casi 12.000 personas refugiadas.
En el asentamiento de Palabek hay alrededor de 30.000 niños y niñas sursudaneses y “ahora no tienen nada que hacer. Tras el cierre de los colegios están teniendo problemas de ansiedad y han visto empeorada su escasa calidad de vida”, explica el misionero.
Palabek es sólo un ejemplo de la situación que viven en el mundo más de 80 millones de personas que tienen que abandonar sus hogares por la violencia. Ante la conmemoración del Día Mundial de los Refugiados que se celebra el domingo, día 20, desde Misiones Salesianas pedimos a la comunidad internacional que no los dejemos solos. “Que al final ya no estén ‘los otros’, sino sólo un ‘nosotros’”, como dice el Papa Francisco en Fratelli tutti.
Los misioneros salesianos atendemos a más de 400.000 personas refugiadas y desplazadas en el mundo. Trabajamos en campos como el de Kakuma, en Kenia, o Palabek, en Uganda. Pero también atendemos a personas en las fronteras como la de México con Estados Unidos o en Colombia o Perú, con los refugiados venezolanos. Asimismo, trabajamos en Egipto con refugiados sursudaneses, en Turquía con afganos, sirios y paquistaníes y en Europa ofreciendo alternativas a las personas que llegan con dificultades, sobre todo a los menores no acompañados.