Estudio y valores en las tres escuelas sociodeportivas de Benín con la Fundación Real Madrid

Tres escuelas salesianas en Benín, en las ciudades de Cotonou, Kandi y Porto Novo, forman parte, a través de la Asociación Hogar Don Bosco, del proyecto de Escuelas Sociodeportivas de la Fundación Real Madrid. Más de 500 menores, entre los 5 y los 17 años, forman parte de este programa sociodeportivo y socioeducativo que contribuye a la educación equilibrada e integral a través del desarrollo de habilidades deportivas, sociales, así como de la asimilación de normas y valores de la convivencia en grupo, que favorecen el buen rendimiento académico.

Las escuelas Don Bosco Alibori (Kandi), Litoral (Cotonou) y Ouémé (Porto Novo) forman parte del acuerdo de colaboración que la Fundación Real Madrid tiene con Misiones Salesianas en Benín. Estas escuelas salesianas son tres de las 22 que forman parte de esta alianza con la institución madridista. Una colaboración que, desde el año 2010, está presente en 15 países de tres continentes y que ayuda a casi 4.000 menores cada curso.

Los misioneros salesianos trabajan en Benín desde 1981 en favor de los menores más desfavorecidos ofreciéndoles educación a través de diversos programas sociales que también benefician a sus familias. En un país con un índice elevado de explotación y trata infantil, los Salesianos están presentes en los mercados para evitar la vulneración de derechos de los menores y cuentan con diversas escuelas y hogares de acogida para niños y niñas para ofrecerles un espacio seguro donde puedan estudiar.

Más de 500 menores practican deporte y aprenden valores en las escuelas del proyecto en Benín

Gracias al programa de escuelas sociodeportivas con la Fundación Real Madrid, la práctica del fútbol y del baloncesto permite a 517 menores y adolescentes de entre 5 y 17 años, alumnos de los centros salesianos, aprender valores, hábitos saludables y mejorar su rendimiento académico en este proyecto deportivo y educativo.

“Aprendo mucho con este proyecto. Nos enseñan a jugar en equipo, a cómo comportarnos en la escuela y en casa y también trabajamos el compañerismo y la autoestima. Juego al fútbol con mis amigos y quiero obtener mi certificado de estudios primarios”, explica Uriel, de 12 años.

Marie Gracie, de 14 años, agradece al proyecto “darme la oportunidad de volver a la escuela, después de haberla abandonado porque por la situación en mi casa no podía ir. Me gusta comprobar que los niños y las niñas podemos jugar juntos y los monitores nos hablan de los valores de la cooperación y del compañerismo”.

La escuela sociodeportiva de Kandi cuenta con 132 participantes; la de Contonou tiene 184 inscritos y la de Porto Novo 191. Casi el 80% de los menores ya participaron en el proyecto en temporadas anteriores. Las escuelas sociodeportivas Don Bosco en Benín trabajan con entrenadores, formación de educadores especializados y con las familias a través del Sistema Preventivo de Don Bosco.

Las escuelas sociodeportivas atienden a menores con dificultades y recursos limitados

Los destinatarios del proyecto son, fundamentalmente, niños, niñas y jóvenes procedentes de familias sin posibilidad de acceder a una alimentación adecuada o con recursos económicos y educativos muy limitados, menores que se encuentran en centros de acogida o que residen en entornos violentos o desestructurados, aquellos que presentan problemas de conducta y necesitan atenciones especiales, que presentan alguna discapacidad y que son desplazados internos, refugiados, migrantes o que sufren persecución o discriminación.

La temporada de las escuelas sociodeportivas Don Bosco en Benín abarca el curso escolar, desde octubre hasta junio. Las actividades incluyen torneos de fútbol y baloncesto por las fiestas de Don Bosco y María Auxiliadora y se desarrollan también otras actividades deportivas, como la media maratón que tuvo lugar en Porto Novo el mes pasado. Además, el apoyo psicológico y social, junto al apoyo nutricional y los servicios de enfermería que ofrecen las escuelas, han conseguido mejorar no sólo la condición física de los destinatarios del proyecto, sino también la autoestima y los logros académicos de los menores, lo que también ha redundando en sus ambientes familiares.

Algunas de las señas de identidad de las escuelas sociodeportivas de la Fundación Real Madrid van de la mano de las características de los ambientes salesianos, como son la alegría, el respeto y la solidaridad, y todas ellas se resumen en lema por el que se benefician miles de menores en situación de vulnerabilidad en el mundo con este proyecto: Ellos juegan, nosotros educamos.