Cerrar aviso

VAMOS A SUPERARLO JUNTOS. Con tu ayuda conseguitmeos mascarillas FPP2

Dona ahora
3 enero, 2024

Esperanza allí donde se necesite y construcción de la paz, objetivos misioneros para el nuevo año

Comenzamos el año con el mes de Don Bosco y con la celebración del bicentenario de su sueño profético a los nueve años. El sueño misionero del fundador de los Salesianos continúa más vivo que nunca y es nuestra obligación plasmar esa invitación a no dejar de soñar en dos objetivos para el año recién estrenado que, curiosamente, también tiene el significativo 24 en referencia a María Auxiliadora: que sigamos llevando esperanza y acompañando a quienes más sufren y que no dejemos de construir una cultura de paz en el mundo.

El mundo está cada vez más convulso: hay más violencia, nuevas guerras, aumenta la cifra de menores sin escolarizar, también lo hace la pobreza, el hambre, hay más niños y niñas que se ven obligados a trabajar, más personas migrantes y refugiadas que huyen de sus hogares, los derechos de la infancia continúan vulnerándose, se producen más desastres naturales, el cambio climático tiene cada vez más consecuencias en nuestras vidas y existe una mayor brecha social entre ricos y pobres.

A pesar de todo, los misioneros salesianos no ceden al desaliento y continúan al lado de los que más lo necesitan en más de 130 países del mundo. Todas estas situaciones son más que suficientes para marcarnos dos objetivos para este año desde Misiones Salesianas. Por un lado, que los menores y jóvenes del mundo se sientan protegidos y acompañados porque los misioneros salesianos sabrán infundirles esperanza. Y, por otro, que sigamos construyendo una cultura de paz con la mejor herramienta a nuestro alcance para que se conviertan en protagonistas de sus vidas y en dueños de sus sueños con un futuro lleno de oportunidades: educación de calidad.

Hace un año el conflicto en Ucrania nos hacía pensar en las dificultades de la población para afrontar el invierno y en la crisis económica que se avecinaba por la escalada de precios. En la actualidad, los misioneros salesianos continúan ayudando a la población ucraniana, y también a la refugiada, con el reparto de alimentos, atención a los heridos, reparación de viviendas y escuelas, pago de salarios a los profesores…

Nuevos episodios de violencia y de vulneración de derechos han surgido en el mundo en el último año

Un año después la guerra continúa, pero han surgido nuevos episodios violentos en el mundo que hacen olvidar los anteriores: golpes de estado en distintos países de África, utilización del hambre como arma de guerra en otros, situación humanitaria desesperada por los ataques en la franja de Gaza…

Siria representa un gran ejemplo del trabajo salesiano en el mundo en estos tiempos tan convulsos. El país cumplirá en marzo 13 años del inicio de una guerra que aún no ha terminado. El próximo mes también se vivirá el triste primer aniversario del terremoto en el sur de Turquía que tanto afectó a Alepo.

Los jóvenes solo piensan en salir del país por la falta de oportunidades y la obligatoriedad de un servicio militar que los condena a combatir, mientras que el paro, la inflación y las dificultades para encontrar bienes de primera necesidad han multiplicado la pobreza. A pesar de tantas necesidades y de tanto dolor, las presencias salesianas en Siria (Alepo, Damasco y Kafroun) son conocidas desde hace muchos años como “oasis de paz”. En ellas reina la alegría, la familiaridad, la paz y se comparte todo.

Todas las obras salesianas seguirán acogiendo a quien lo necesite, educando y evangelizando

Es una demostración más de que la pedagogía salesiana, a través del Sistema Preventivo de Don Bosco, funciona y da resultados, porque las obras salesianas son casas que acogen, escuelas que educan, patios que entretienen e iglesias que evangelizan. Decenas de miles de jóvenes que pasan cada año por alguna de las casi 6.500 obras salesianas en más de 130 países del mundo dan testimonio de su formación académica y humana.

Por eso este año continuaremos atendiendo y protegiendo a los menores en situación de calle y de prostitución, combatiendo el tráfico de menores y el trabajo infantil, acogiendo a los menores huérfanos, ofreciendo ayuda y protección a los niños y niñas desvinculados de conflictos armados, a los menores que cumplen condena en cárceles de adultos, acompañando a la población migrante y refugiada, a las víctimas de la guerra…

Pero no podemos hacer solos este trabajo. Los misioneros salesianos son nuestros ojos, pero la providencia que hace posible el milagro de que puedan atender, cuidar y educar a quienes más lo necesitan es la generosidad de miles de personas que nos acompañan cada día. Desde Misiones Salesianas os damos las gracias por el compromiso de seguir a nuestro lado para mantener durante todo el año el reto de seguir ayudando a quienes menos tienen

Colabora

Quiero colaborar con el trabajo que realiza Misiones Salesianas

50€
100€
150€
Otra cantidad